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lunes, 27 de noviembre de 2023

Vodevil


 

Estuve tanto tiempo al otro lado que ahora soy incapaz de disfrutar del momento. Todo me recuerda a cuando era yo quien actuaba en estos lugares de postín. El predecible guion: uno propicia un diálogo trivial, otra sonríe mientras acaricia una botella, alguien quiere aclarar algo con voz cantarina. Entran y salen sin descanso. Vocalizan. Se contonean. Y vuelta a empezar.

Reconozco que son grandes profesionales en el arte de embelesar y obtener nuestra atención. Pero yo sé lo que ocurre entre bambalinas. Cómo se les desmorona la sonrisa y chasquean la boca al salir de escena, cómo intercambian gestos en cuanto dan la espalda a la audiencia, y sobre todo con qué cinismo critican nuestro aspecto nada más terminar el espectáculo.

Porque, realmente es un auténtico espectáculo para los sentidos el menú de catorce platos que ofrece este restaurante de cuatro estrellas. Y aunque les comprendo ─fueron muchos años currando de camarera─ no puedo soportar que nos vean como otra pareja de pringaos capaces de pagar semejante pastizal por un menú degustación. Y menos aún que, por culpa de sus constantes interrupciones, no tengamos ni un minuto de intimidad para disfrutarlo.  


Microrrelato presentado a Esta noche me cuento en la actual convocatoria inspirándonos en la sentencia Acta est fabula ( "Se acabó la función") de Plauto. Aquí en la web de Esta Noche Te Cuento

4 comentarios:

  1. No hay nada como haber tenido un pie en cada lado para volvernos unas personas más cínicas con todo, ¿verdad? Una vez que ves el otro lado del decorado ya no puedes dejar de verlo.

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    1. Yo jamás he sido camarera, pero tengo una capacidad de ponerme en el otro lado un poco enfermiza, lo reconozco.

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  2. Yo también fui camarero en verano cuando era más joven. Durante años, no pude pisar una heladería porque me recordaba al trabajo. Ahora lo recuerdo como un sueño. Despellejar al cliente y ser despellejado forma parte del oficio.

    Un abrazo.

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    1. Es una venganza poética totalmente comprensible. Por eso nunca hay que entregarse del todo a quien te sirve... Gracias por comentar

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