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martes, 24 de mayo de 2016

Presentación de Hormonautas en Martorell



Este jueves reanudo la segunda tanda de presentaciones de mi libro de relatos.  Esta vez en la ciudad donde trabajo, Martorell. A las 7 de la tarde.  Me lo presenta Olga Salcedo, compañera de fatigas del instituto.  Especialmente pensada para los alumnos del Joan Oró que hayan sufrido mis clases sobre hormonas desde otro punto de vista más científico. Leerán algunos relatos algunos de ellos. Que el sistema endocrino nos coja confesados.

 Un par de fotos con los participantes y el público compuesto mayoritariamente por alumnos y ex alumnos.Desde aquí mi agradecimiento y mi emoción.








jueves, 19 de mayo de 2016

Las diosas de la guerra

Fotografía hecha por Ada Mandl de la serie "Portraits January 2012 London"


Terminé de rasurar minuciosamente la superficie del cráneo. La madre salió del cuarto simulando una tos inesperada. Le coloqué y ajusté la peluca pelirroja con flequillo. Sedosa, natural, la acababa de cepillar.
La joven, casi una niña, se miró al espejo con una alegría feroz, desesperada. Le gustaba su nuevo aspecto.  Afirmó, con determinación adolescente, que nada ni nadie iba a impedirle salir aquella noche. Aunque estuviera mareada, aunque tuviera que vomitar por los rincones.
Claro que sí.
La mamá, ya de vuelta, intentaba sonreír.
Me esmeraba en conseguir los mejores efectos. Maquillé su palidez. Subrayé con rímel sus pestañas ralas. La ayudé a enfundarse el vestido negro sobre su escueta figura. Y le volví a colocar todos los piercings.
Estaba radiante. Preciosa. Radioactiva.
Mientras bajaba las escaleras para despedirlas en la puerta de la peluquería, supe que aquella Nochevieja sería especial. La última y más intensa para esa bravísima diosa de la guerra. Para mí, la primera que pasaría en casa. Acurrucada en el sofá. Vencida, golpeada. Destilando toda mi tristeza. Descifrando la magnitud de un dolor que no era mío. Y sin dar explicaciones.


domingo, 15 de mayo de 2016

"El caparazón de los escarabajos" en Tales Literary

Tales Literary es una nueva revista de relatos cortos en papel. Ha sacado sus dos primeros números, y he tenido la enorme suerte de que en el segundo me hayan publicado una crónica de viajes  titulada "El caparazón de los escarabajos", que recrea una visita a las casas natales de dos de los Beatles durante un viaje que hice a Liverpool la primavera pasada acompañada de mi amiga Beatriz Alonso.


Para saber más sobre Tales Literary  aquí tenéis una entrevista que Francisco Rodríguez Criado le hace en su blog Narrativa breve a Ignacio Rodríguez Mas, el director de la revista. 




Para incitar a la lectura, enlazo con una reseña que escribió José de María Romero Barea sobre mi crónica en Entretanto Magazine y en Andalucía informaciónaquí

Y para saber las maneras de hacerse con la revista, en este enlace del blog de la revista




domingo, 1 de mayo de 2016

Auge y caída de una víscera


Leonardo da Vinci

La cosa empieza como un encargo en la carnicería del mercado. Una bolsa con cuatro piezas sonrosadas y frescas, que me llevo casi en secreto.
Al llegar a casa, la señora de la limpieza me dice que en su pueblo los hacían encebollados y estaban riquísimos
Ya en el laboratorio se nos muestran en todo su esplendor. Despliegan sus lóbulos, mucosidades y alvéolos ante las miradas y las manos atónitas de una población de adolescentes que trabaja en grupos y se divide a partes iguales entre aprensivos y gores.
Hay que seguir el protocolo. Describir, observar, deducir, manipular. El guión no lo contempla, pero también gritar un poco. Al final, una vez abiertas las tráqueas, observados sus cartílagos, descubiertos los bronquios, penetrado en las bifurcaciones y sumergida una parte de ese tejido esponjoso en agua, los utensilios de disección adquieren vida propia. Agujas enmangadas, tijeras y bisturís parecen tomar la iniciativa y se clavan con saña en esas vísceras que no hace tanto estaban proporcionando oxígeno a cuatro corderitos.
La práctica ha terminado. Un chico comenta que es raro, que no se parece en nada lo que han visto a lo que sale en los libros. Se van a la clase de inglés con algunas manchas de sangre salpicando sus camisetas, y los ojos brillantes.
Cuando le señalo la bolsa sanguinolenta a la señora de la limpieza del instituto me observa con esa mirada que me tiene reservada para cuando le doy más trabajo de la cuenta.