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sábado, 1 de agosto de 2020

Carta abierta al sujeto que envenenó a mis perras

ABOMINABLE PSICÓPATA, sé que nunca vas a leer esta carta porque leer no debe ser una de tus habilidades (se te va la energía en matar animales y, claro, no te queda tiempo para esas frusilerías), pero igualmente te la voy a escribir, porque aquí quien importa no eres tú con tu maldad pringosa y tu insignificancia existencial, lo importante ahora es que mi ira no haga daño a nadie, ni siquiera a mí misma. Y como mis armas son las palabras, no los organofosforados prohibidos, pues te voy a organizar una artillería que apunte directamente hacia a ti, con todo mi dolor y mi rabia en orden alfabético, y así aprendes un poquito, anormal (que también empieza por la a).
BASURA CON PATAS, te diré que aunque tu vida no tenga sentido, parte del sentido de la de nuestra familia consiste en convivir con unos animales magníficos conocidos como galgos. A los pobres, como supongo sabrás, los suelen maltratar con mucha aplicación. Los cazadores. Ay, esos seres primitivos y crueles llamados cazadores. Como deberías saber si no hubieses estado cazando tus primeros bichitos en lugar de ir al cole en su momento, primero fueron los cazadores y luego los recolectores, ósea que son realmente primitivos. Volvamos a los galgos. En algunos casos, las protectoras los salvan de un final horrible y los consiguen dar en adopción.
CENUTRIO MATAPERROS, no hacía ninguna falta que rompieras esa costosa cadena de buenas voluntades con tu brutalidad de un momento. Es lo que pasa con las incontinencias. Mira que no poder aguantarte y esa mañana del día 29, con el calor que hacía, ponerte a esparcir pienso que previamente habías untado con veneno, por el bosque. Y hablando de cadenas. Hay otras. Las tróficas, por ejemplo. Y también está el ciclo del agua que hace que tu veneno se percole hacia las aguas subterráneas de las que bebemos los que estamos veraneando en esa zona. Pero, claro, como no estuviste en esa clase. Tú tenías esa idea en la cabeza y siempre has sido tan caprichoso, tan malcriado…También hay otras cadenas, que no me importaría que probases, si se diera el caso.
DESPRECIABLE ENERGÚMENO, te voy a explicar quién era Lía, para que calibres lo que ha significado su pérdida. Para ti, lo sé, sólo el efecto colateral de tu imbecilidad. No, mejor, de tu maldad absurda y cerril.
ESPUTO INFECTADO, Lía era una galga de cuatro años que estaba con nosotros desde hacía un año y medio. Esbelta, atigrada, oscura. Una diosa de ébano con ribetes de oro. Una top model. La protectora la recogió cuando ya no “servía” a su galguero. Y nosotros la elegimos y la fuimos a buscar a 500 kilómetros. Para tenerla con nosotros. Para que hiciera compañía a nuestra galga blanca, Fabiola, que acababa de perder a su compañero negro, Nilo.
FUNCIONARIO DEL MAL, pero qué sabrás tú de los afectos. Y de la empatía. Y de los nombres y las personalidades de los animales. Los galgos que hemos tenido han tenido unos nombres muy interesantes, que han ido cambiando hasta el definitivo. Fabiola se llamaba Orejotas para sus primeros amos cazadores. A Nilo, el galguero le llamaba “Casi Moro” ( una camada de tres, Moro, No Moro y Casi Moro) Ya ves que además de primitivos son muy imaginativos, los cazadores. En la protectora lo rebautizaron como Ramiro. Y a Lía su galguero la inscribió como Jarama, luego fue Rama y finalmente Lía. Para darle un nombre a alguien hay que quererlo. Y de eso no tienen ni idea los psicópatas. Para ti son todo “perros”, supongo.
GILIPUERTAS CON PEDIGRI, pues resulta que Lía además de preciosa, era un encanto. Era una perra que podríamos calificar como zen. Muy relajante. No tenía miedos. No le gustaba especialmente jugar en los pipicans con otros perros. Prefería irse de excursión por la montaña con sus amos. Tendrías que haberla visto correr, era un verdadero espectáculo.
HONORABLE ZOPENCO, además se la podía llevar por la ciudad. Y te esperaba en la puerta cuando entrabas en las tiendas. Ella hacía sus meditaciones, y cuando salía a buscarla se preparaba para seguir.
INCLASIFICABLE SANGUIJUELA, en casa era una auténtica perra de sofá. Mejor dicho, de sillón destartalado. Los sofás los tenía prohibidos. Con unas cuantas sesiones de entrenamiento aprendió dónde sí y donde no. Era muy lista, no como tú, que además de lerdo eres un
JODIDO CRIMINAL O delincuente. No, no, te queda mejor lo de criminal. Por cierto, tengo dos hijos abogados y me dicen que lo que has hecho es un delito contra la salud pública que está penado con cárcel. A ver si hay suerte y se hace justicia. Un poco, claro. Lo justo ya te has encargado tú de destrozarlo de entrada.
KAKA DE LA VACA, pues resulta que habíamos ido a buscar una compañera para Lía. Porque en marzo murió Fabiola muy viejita, con 14 años (tuvo la suerte de no encontrarse en su camino a un engendro segavidas como tú) y nosotros tenemos la experiencia de que los galgos son muy gregarios y están muy bien de dos en dos. Esperamos a la apertura post-confinamiento y nos fuimos a buscar a Gala. El nombre de Gala también tiene su historia. Se llama Galatea, como la de Dalí. Y de apellido Del Manzano. Galatea del Manzano, no te lo pierdas. Menos mal que mentalmente te tengo secuestrado, atado y amordazado. Vas a tener que escuchar esto, ya sé que no te importa una mierda. Pero es importante que escuches los detalles, para calibrar la magnitud de la tragedia que has conseguido que vivamos.
LERDO INTEGRAL, a Gala también la has envenenado. No te bastaba con una. De dos en dos, debiste pensar. Ah, no, que no piensas. Solo haces el mal gratuitamente.
MALDITO COBARDE, una cosa es ser cazador, que ya es un espanto incomprensible. Pero otra cosa es no dar una oportunidad de escapar a la presa. Ni siquiera te enfrentas a ella. Eso está muuuy feo. Mucho. Una muerte en diferido te debió parecer algo que hacen los valientes, así funciona el jugo cerebral de los narcisistas autocomplacientes.
NOTABLE ASESINO, Lía no ha muerto. La has matado tú. Y por algún milagro tenemos a Gala viva. Por cierto, se estaban adaptando muy bien. Ya jugaban juntas, después de unos días de encaje en la escala jerárquica. Ya sabían cuál era su escalafón.
ODIOSO EXTERMINADOR, aunque supongo que te hubiera dado igual matarlas a ellas que a ese zorrito que veo de vez en cuando por el bosque. También se oyen jabalíes por las noches. Lía les ladraba cuando se trasladaban por delante del chalet. Y hay muchas ardillas. Pero tú no discriminas. Todo te parece igual. Todo te importa un carajo.
PILTRAFA HUMANA, no sé que estarás haciendo a estas horas. A que dedicas el tiempo libre. Yo te pondría delante de un ser al que le tengas un poco de afecto ( aunque sé que es pedir peras al olmo, no creo que tengas amigos o hijos) y que fueras testigo de los síntomas de un envenenamiento ( sigues atado, no te puedes escapar aún). Te adelanto que es un espectáculo muy duro. Los ojos desorbitados, la espuma a raudales, las convulsiones. El cerebro tiembla ( literalmente) y las extremidades también. Y luego se quedan rígidas. Y luego no se puede respirar. Pero no es instantáneo. No. Te puedes estar una media hora o más así. La lengua morada es el indicador de que la cosa ya empieza a no ser reversible.
QUERIDA SABANDIJA, ahora imagina que estás lejos del coche. Lejos del médico. Lejos de ti mismo. Que te ves como desde arriba. Que no atinas con los números del móvil. Que no sabes qué hacer. Que tu ser querido pesa casi treinta quilos (como una niña, ¿tienes hijos?) y no puedes moverlo. Y tienes a otro ser querido cerca. Que empieza a temblar también.
REVIENTAVIDAS SIN FRONTERAS, ojalá no lo tengas que ver, pero quería que lo leyeras ( Ah, que no sabes). Te has cargado una vida, una historia en común. Lía era una perra joven, sana y feliz. Le quedaban muchos años más de felicidad. Y no voy a poder olvidar en mi puta vida la mirada de desamparo cuando se desplomó. Era como si me dijera: ¿Qué me está pasando? ¿no me puedes salvar?
SERIAL KILLER, las pelis de terror que más miedo me dan son las que salen perros o niños como víctimas. No puedo acabar de verlas. Es superior a mí. Uno de los muchísimos mensajes de cariño (¿que es eso?) que he recibido me decía algo así como que no se puede metabolizar el asesinato de la inocencia. En los evangelios se habla de atar una rueda de molino al cuello de quien escandalice a un inocente.
TARADO NIVEL PREMIUM, no sé quien eres, pero en algún momento de tu vida tendrás que pagar por esto.
VERDUGO A DISTANCIA, has conseguido convertir un paraíso en un infierno.
WATER SIN CISTERNA, estás lleno de mierda.
XENÓFOBO UNIVERSAL, todo está conectado ¿lo sabías? Deberías saberlo. Alguna ramificación de las relaciones de este ecosistema que llamamos vida te devolverá lo que has hecho como un boomerang.
ZOPENCO FEDERADO, has conseguido que aprenda un montón de adjetivos nuevos. Me he “divertido” insultándote con finura. Y he conseguido devolverte toda la rabia que alojaba en mi alma como un quiste putrefacto. Toda para ti. Ahora vamos a por la pena.




4 comentarios:

  1. Con horror y profunda pena leo sobre el envenenamiento de tus galgas, así como la carta envenenada contra ese supuesto cazador que deja veneno en el pienso en el monte. Creo que no puedo añadir ya nada a tus dardos contra ese siniestro asesino a distancia. Menos mal que Gala siga viva. Puedo imaginarme el espanto de ver a Lía agonizar por efecto del veneno. Me duele profundamente. No entiendo lo que es la relación con un perro pues nunca lo he tenido, pero sé de vuestro profundo amor hacia ellos y eso es suficiente para calibrar vuestro dolor. Es terrible no poder ir por el monte y no estar temblando. Un abrazo muy sentido.

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    1. Sí, Joselu. Ha sido un asesinato de la inocencia en todos los sentidos. Han matado a un animal confiado e inocente, y han conseguido que a partir de ahora nunca más pueda pasear tranquila con mis perros. Ese es el poder del mal, que transforma la confianza en alerta permanente y en miedo. Y que te cambia la percepción del "otro" hacia un recelo constante. A ver cómo digerimos todo esto. Gala está viva ( sino hubiera sido algo insoportable) pero todavía no sabemos si le han quedado secuelas en órganos vitales. Hay que aceptar lo que no se puede cambiar (aunque se está haciendo muy difícil), pero vamos a intentar contribuir con todos nuestros medios a que la persona que lo ha hecho pague por su acción. Gracias, Joselu , por tu apoyo y tu cariño. Es un alivio en este infierno.

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  2. Me hago mayor y, por desgracia, he llegado a aceptar (quizás aceptar no sea la palabra exacta, pero me entiendes), cierto tipo de violencia, incluso de maldad. Puedo entender las envidias, incluso crímenes horribles que tienen como motor pequeños acontecimientos. Pero este tipo de violencia, de esa forma tan absurda y sin sentido es algo que me supera. Creo sinceramente que esas personas no deberían vivir en sociedad, hay algo definitivamente roto y podrido en sus mentes...

    Lo peor es lo que dices l final, la intranquilidad que se queda, ¿verdad?

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    1. Yo tampoco lo he entendido nunca. No sólo no lo he entendido, sino que darme cuenta de esta maldad gratuita, del daño al indefenso, me deja siempre hundida en un hoyo de impotencia y de tristeza negra. Y ahora, cuando has vivido el desgarro en tus carnes de manera tan cruda, queda un nuevo sentimiento: el miedo. El estrés post traumático es muy jodido. A ver cómo hago para superarlo y seguir apostando por la vida. Gracias, Beauséant, por tu apoyo!

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