Fotografía propia. Santiago de Chile
Mi hija está mirando NO, una película ambientada en el Chile de 1988 durante la campaña para el NO en el referéndum en el que se votaba la continuidad de Augusto Pinochet. Cuando termina de verla le pregunto si le ha gustado, y le recuerdo que hace unos años estuvimos a punto de irnos a vivir a Santiago de Chile. Si mi marido hubiera aceptado el trabajo que le ofrecieron ahora estaríamos allí haciendo cábalas sobre cómo hubiera sido nuestra vida si NO hubiéramos aceptado y estuviéramos viviendo en Molins. Estaríamos imaginando la vida que estamos llevando ahora, en la que fantaseamos en cómo hubiera sido nuestra otra vida allí. Pero NO.
El ser humano es así, siempre pendiente de las decisiones tomadas, de los caminos que no se siguieron... Nuestra vida son decisiones, algunas buenas, otras malas, pero nunca lo podemos saber, no del todo...
ResponderEliminarEl mismísimo jardín de los senderos que se bifurcan. Todos los universos paralelos que están ahí, aunque sea en nuestra imaginación.
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