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viernes, 14 de octubre de 2022

Cómo superar tu primer día de trabajo


                                                              Fotografía propia


Estudia medicina. O farmacia. Algo que parezca importante o que sea de ciencias, como insistía mamá. Si has estudiado filosofía no tienes ninguna posibilidad. Cero. Siéntete orgullosa si el ayuntamiento te selecciona entre muchos otros jóvenes de la población para trabajar durante un mes y así promocionar las políticas de empleo del Consistorio. Sonríe muy fuerte en la foto que te vas a hacer con los otros privilegiados. El alcalde se situará en el centro, como la guinda de un pastel de carne, y lucirá la sonrisa más falsa de todas. Nunca podrás superar el tamaño de esa sonrisa, pero debes intentarlo. No hace falta que sonrías con los ojos, solo estira al máximo las comisuras de los labios. Después saluda entre contenta y precavida al chico que te han puesto de pareja para ayudar a los agentes ambientales del pueblo. Prepárate para empezar en serio al día siguiente. Visualiza los 850 euros que te han dicho que cobrarás al final de este mes de julio que promete reventar las temperaturas registradas en los últimos veinte años. Si gestionas bien ese dinero a lo mejor hasta puedes ir al Arenal Sound.

Discúlpate con discreción cuando llegues con cinco minutos de retraso a tu primer día de curro. Tienes que comprender que ya le hayan explicado a tu compañero cual será vuestro itinerario de concienciación ciudadana, qué folletos tenéis que repartir y de qué contenedores tenéis que comprobar desperfectos. Pero, sobre todo, no bajes la mirada cuando esa cincuentona, que es tu jefa porque entró en el programa de desempleados de larga duración, te diga que a dónde vas tan fresca, que si te crees que con esos pantaloncitos tan cortos los hombres escucharán lo que tengas que decirles sobre reciclaje. Desafíala con tu silencio. Imagínate desmelenada en el Arenal dentro de poco, pero ahora recógete el pelo en una coleta y ponte el chaleco amarillo de agente ambiental con el temple de una varonesa en el exilio. Patrulla con vigor y resentimiento por las calles con tu compañero, aún a costa de añadir dos grados de rabia a los 35 grados centígrados de temperatura. Aprende a dosificar esa rabia, pues te tiene que proporcionar energía para todo el mes.


3 comentarios:

  1. La rabia conviene organizarla, saber soltarla en el momento exacto en que puede hacer daño y contra quién se la merece..

    Tiempos extraños estos en los que estar explotados se considera un privilegio...

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    1. Exacto, la rabia como nueva fuente de energía renovable para los jóvenes.

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  2. Cuidado con esa frase que te la copia coca cola para su próxima campaña.. ya sabes que son expertos en eso de "canalizar" la rabia hacia sus balances ;)

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