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domingo, 23 de enero de 2022

Volver a viajar

 



Estamos en París. El alojamiento de Montmartre es ideal: cocina equipada y, sobre las camas, unos rulos de toallas esponjosas que da pena deshacer. Por la ventana del salón asoma, entre tejados de pizarra, una de las cúpulas de nata del Sacre Coeur. Desde bien temprano se oye el bullicio de músicos y turistas ahí afuera. Hace mucho frío, pero los radiadores caldean bien el interior.

Al final decidimos trasladarnos al centro, no me conviene subir tantos escalones. En el Quartier Latin las calles son estrechas y el apartamento pequeño, aunque tan limpio como prometía.

Empiezo con la cena. Mientras mondo la primera patata en una espiral casi perfecta, me digo que la próxima vez debería elegir una ciudad menos cara. Somos muchos para tanto viaje. No está la cosa para despilfarros, y yo siempre fui una persona realista. Aunque, cualquier día me desmeleno y me largo sola a una isla del Caribe. Hay unas cabañas individuales que son una preciosidad y hacen honor a lo que se ve en las fotos. O, al menos, es lo que pone en los comentarios de la página de Airbnb: esa nueva aerolínea con la que últimamente, cuando nadie me ve, recorro todo el planeta desde mi ordenador. 


4 comentarios:

  1. Al principio me ha parecido estar en Rayuela, es lo que tienen los libros, que ayudan a viajar, aunque ahora tengan tanta competencia con aribnb y el instagram ;)

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    1. Los viajes, sean físicos o imaginarios...sirven para ver otras cosas y salir de lo provinciano, lo tribal y lo individual. Como decía Vila-Matas al final de un documental: "Pase lo que pase, lo correcto es marcharse". Gracias por la referencia a Cortazar, qué honor.

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  2. Hace mucho que no viajo y París fue uno de los últimos destinos. Esas calles empedradas, ese minúsculo departamento, ese aire bohemio... Gracias por recordármelo.

    Un abrazo.

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    1. La protagonista del micro también hace mucho que no viaja, la pobre. Pero no se resigna y tiene su propios recursos: una sala de proyección dentro de su cabeza, entre otras cosas. Esas calles empedradas, sí, esas escaleras...Qué ganas! Gracias por pasarte.

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