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domingo, 15 de febrero de 2015

Más allá

                                                         Yo estoy intentando ver a mi madre. Debo empezar ahora a aprender a mirar
                       Mary Gordon



   Cuando menos me lo espero mi madre me habla desde el más allá. Nunca de metafísica, de religión o de universos paralelos. Nada de psicofonías, ni de vaporosas voces de ultratumba. Con su castellano transparente y su acento aragonés me dice cosas como: “Se dejan cocer a fuego lento hasta que estén en su punto”, o: “Resultan muy buenos con un flan de arroz blanco al lado , y sirve de plato único pues la salsa de los calamares le da mucho sabor al arroz”.
    Sus palabras flexibles y disciplinadas, sin una sola falta de ortografía,  avanzan por las hojas de anillas que cada tanto me enviaba en un sobre con sus recetas favoritas, para que las fuera añadiendo a la libreta que me regaló.
     Muchas veces me sorprendo a mí misma queriendo llamarla para preguntarle algún detalle, sobre todo de los platos de pescado y de algunos postres.
     Hoy voy a seguir paso por paso las instrucciones que me dicta para cocinar los calamares guisados, así comprobaremos en familia que ese “¡Están buenísimos!” que escribió al final es la mejor descripción para este divino y contundente plato único.




Con este microrrelato he quedado finalista del mes de Enero en el concurso de La Microbiblioteca, junto a Asun Gárate, Anna Jorba, Pedro Herrero y Mónica María Brasca. Enhorabuena a tod@s. 
Yo estoy muy contenta de que haya sido precisamente este texto el seleccionado para ser incluido en el libro. Me ha parecido ver una sonrisa como la del gato de Chesire por ahí arriba. 
Además ha sido leído en una emisora mexicana, en el minuto 21 de éste programa.

                                                       El  libro de la microbiblioteca




9 comentarios:

  1. Felicidades a los premiados. Pero lo más importante, lo que me tiene en ascuas y que, en cima, no acaba de quedar claro en el relato... ¿Te quedaron buenos los calamares?

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  2. Sin duda debieron estar de muerte.
    Un abrazo desde el más acá.

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    1. Lo estaban. Los duelos hay que cocinarlos a fuego lento, y a ser posible con ingredientes de primera calidad. Otro abrazo de vuelta, Josep Maria.

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  3. Felicidades, Paz. Un micro como debe ser, donde la salsa no está dicha, ese recuerdo de la madre, ese que siga viviendo en los actos cotidianos. Me ha gustado. Qué bien escribes, muchacha.

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    1. Gracias por los piropos y las salsas, Javier. Nos vemos enseguida ¿eh?

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  4. Montserrat este guiso, hecho relato, con recomendaciones del más allá, es de cocina de lujo, como las cocineras, tú y tu madre.
    Me encanta compartir cartel contigo.

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    1. Madres y abuelas habitan en nuestro interior, como muñecas rusas. Y tú lo sabes tan bien como yo ¿verdad? . Gracias Anna, y lo mismo digo , ya te advertí con antelación que tu micro me gustaba.
      Nota: Monserrat es mi apellido, sin la t intercalada, no es un nombre compuesto ( no pasa nada , es un error de lo más común)
      Un abrazo!

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