Hace poco me presenté a un concurso organizado por un centro cívico de Barcelona ( Centre cívic Matas i Ramis, de Horta) en el que pedían una TEXTOGRAFÍA.
Me lo pasó un compañero del curso de fotografía (¡gracias, Javier!) diciéndome que era la persona indicada para participar. ¿Por qué? ¿ qué es una textografía? Pues resultó ser una estupenda idea: la combinación de fotografía con literatura. Un microrrelato combinado con una fotografía.
Yo presenté una de las fotos del proyecto fotográfico que hice el año pasado, titulado Feroz, y basado en mi micro del mismo nombre.
Mi textografía fue seleccionada entre las finalistas que se expondrán, y después me enteré de que me habían dado el tercer premio, Aquí la resolución del jurado.
Mis caperucitas me están dando muchas alegrías.
La exposición se inaugura mañana y dura hasta julio.
Estoy contenta y colorada cual caperuza.
Esta ha sido mi propuesta textográfica premiada.
FEROZ
En el pueblo no se habla de otra cosa que de la preocupante plaga de Caperucitas que asola nuestros bosques.
Desde que desapareció su
depredador natural las de rojo provocan accidentes, destrozan los huertos y
remueven la tierra buscando raíces después de la lluvia. Por las noches
merodean por los polígonos industriales y se acercan a los límites de la ciudad
para hurgar en los contenedores de basura. Algunos municipios organizan batidas
clandestinas que reúnen a los habitantes más siniestros de la comunidad. Cada
vez que los ecologistas proponen reintroducir el lobo ibérico, los ganaderos
salen a la calle con escopetas y garrotes.
Mientras tanto, ellas
deambulan en pequeños grupos, con la mirada alucinada y mostrando una maraña de
pelo color miel bajo sus harapientas caperuzas. Si se les acorrala cuando van
con sus crías -esas deliciosas y pálidas criaturas- se revuelven y atacan con
ferocidad.
En el bar yo no me
pronuncio sobre el asunto, pero estoy haciendo mucho más que todos esos
charlatanes para solucionar el problema. Cada veintiocho días, siguiendo mi
naturaleza, acudo al llamado de la luna llena. Me muerdo el aullido que brota
de mis entrañas, y salgo de cacería.
Me has provocado un aullido de placer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias! El lobo y yo hemos conseguido nuestro propósito :-)
EliminarSin depredadores naturales, las caperucitas se apoderarían de todos los recursos. Nunca sabemos quiénes son los buenos y los malos en las historias, ¿verdad?
ResponderEliminarMuy buena historia, gracias.
Este micro lo escribí un día en el que paseaba con mis perras y vi huellas de jabalís por el bosque. A falta de depredadores como los lobos, estos animales están convirtiéndose en una plaga. Acababa de dar una clase sobre las cadenas tróficas y até cabos. Las caperucitas entraron en acción. Y siempre existen lobos solitarios. Gracias a ti!
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