fotografía propia
Empezaba a
olvidar a mi exmarido, cuando supe que estaba con otra. La herida supuró de
nuevo. No descansaba imaginando a esa desconocida. Mi informante señaló que era
muy alta. Todas las chicas espigadas que veía por la calle, en el autobús, en
el súper…podían ser Ella. Yo las observaba con descaro, escrutando cualquier
detalle delator. Un día una chica altísima que hablaba por el móvil ─ ¿con
mi ex? ─ me sostuvo la mirada. Yo no me achanté ante ese desafío,
claro, y respondí como merecía.
Ahora hay
otro hombre en mi vida. Ya no me preocupa el destino de aquella larguirucha con
mañas de arpía. Estoy contenta, centrada en esta nueva relación. Para sentirme
del todo satisfecha solo debería indagar un poco más. De momento sé, lo dijo mi
novio, que su ex era bastante bajita. Ya noto la adrenalina trepando por mis
músculos. La nueva temporada de caza está al caer.
Este microrrelato participa en la convocatoria actual de Esta Noche Te Cuento, con el lema impronunciable SCHADENFREUDE, que vendría a ser algo así como "Alegría por el mal ajeno". Aquí, en la web del concurso.
Decía makinavaja que el obrero era un lobo para el obrero... pero, a veces, la peor enemigo de una mujer es otra mujer ;)
ResponderEliminarNo lo sé, pero cuando leí tu comentario me acordé de la lectura de Pequeños cuentos misóginos, de Patricia Highsmith. Deliciosamente perversos.
EliminarLa protagonista no es feliz sin un poco de desgracia ajena. Suerte en el concurso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ella es así, la pobre. ¡Gracias! Abrazo de vuelta
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