Fotomontaje de Elías Ruiz Monserrat |
Aunque me dirijo con determinación hacia mi destino, soy muy consciente de los peligros que entraña emprender cualquier viaje. Imprevistos, cantos de sirena, nostalgias, fatigas...surgen a lo largo del camino como si quisieran poner a prueba nuestra voluntad, burlar nuestro propósito.
Y otra vez lo han conseguido. Cuando llego a la despensa soy incapaz de recordar cual era ese ingrediente imprescindible que iba a buscar. Mientras tanto, el sofrito amenaza con quemarse. Y yo no puedo dejar de preguntarme, como cada vez que me lanzo a la aventura de un viaje en solitario, qué narices estoy haciendo aquí.
Y otra vez lo han conseguido. Cuando llego a la despensa soy incapaz de recordar cual era ese ingrediente imprescindible que iba a buscar. Mientras tanto, el sofrito amenaza con quemarse. Y yo no puedo dejar de preguntarme, como cada vez que me lanzo a la aventura de un viaje en solitario, qué narices estoy haciendo aquí.
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