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sábado, 14 de noviembre de 2015

De los intentos de no crecer

Fotomontaje de Elías Ruíz Monserrat


Cuando la reina Victoria, una acomodada familia londinense sufre una terrible tragedia: el hijo mayor fallece con trece años en un accidente. La madre se repliega en un duelo implacable y sin fecha de caducidad. Tan contundente es su decisión de penar sin consuelo que se olvida de que tiene otro hijo. El hermano menor, James Matthew, vive el peor de los abandonos posible: aquel en que los seres queridos están simultáneamente presentes y ausentes.
En uno de sus delirios, un día la madre ve recortada la figura del pequeño a través de la puerta y por un momento cree, eufórica, que ha regresado su hijo favorito. Al reconocerlo emite un demoledor: “Ah, eres tú”. El niño transita su infancia oyéndole decir que sólo le conforta pensar que David murió siendo perfecto, inocente, apegado a ella… y jamás se echaría a perder haciéndose mayor.
Su desesperada manera de complacerla es no crecer. Al final, irremediablemente, se hace adulto, un escritor famoso, pero nunca supera el metro y medio de estatura. J.M. Barrie triunfa con sus textos repletos de criaturas que se resisten a crecer, pequeñas hadas bulliciosas y adolescentes maternales que se preocupan de niños diminutos tan perdidos como él.



Con este texto he participado en la convocatoria de Esta noche te cuento con el tema "A mi manera". Finalmente ha sido seleccionado este micro entre los relatos ganadores de esta temporada y paso a formar parte in extremis del libro de Esta noche te cuento. Me hace muchísima ilusión. 


2 comentarios:

  1. Tu relato se ajusta bien a la biografía de J.M.Barrie y esto me induce a pensar que una niñez terrible, marcada por agudos traumas psicoanalíticos, como los que vivión Barrie, pueden ser una fuente de inspiración poderosa literariamente hablando, un universo narrativo muy potente basado en las imágenes y símbolos de la niñez, los más extraños y arquetípicos de toda nuestra existencia. Un relato sobrio y sintético. Desconocía estos detalles de la vida de Barrie. En alguna manera su experiencia es semejante a la de Salvador Dalí que tuvo el mismo nombre que un hermano suyo muerto al que su padre adoraba y al que vino a sustituir. Seguramente, ello es el inicio de una biografía dolorosa, pero puede ser un acicate literario o artístico en general fascinante. No hay visiones como las de la niñez. Una madre espantosa es algo difícil de digerir. Alguna vez he escrito sobre mi madre. Algo de la experiencia de Barrie la viví yo en carne propia. Deja huellas para toda la vida.

    Saludos.

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    1. No tengo una idea formada sobre la relación entre traumas infantiles y creatividad en la vida adulta, esa relación, si existiera, me crea una especie de conflicto interno que no sé cómo expresar. Siento que tu experiencia en este ámbito haya sido mala, yo tuve la fortuna de tener una madre amorosa y equilibrada. Un abrazo, Joselu y gracias otra vez por tu acogida del otro día. Seguimos.

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