Miquel Barceló |
Cada vez que el benefactor
holandés visitaba la aldea etíope, los nativos lo envolvían en una vibrante
espiral de cánticos, máscaras y gestos hospitalarios que proporcionaban un sentido rotundo a su vida.
Después regresaba al frío azulado de su país. Dirigir su empresa no era más que
un insulso paréntesis entre viaje y viaje.
Un otoño, en un gesto de
extrema coherencia, decidió deshacerse de todo y marcharse a vivir entre esos
seres auténticos e inocentes.
Al principio lo acogieron.
Después se dieron cuenta. Desde entonces mendiga por las calles polvorientas,
pálido y absurdo como una sombra o un espejismo.
Con este microrrelato he ganado el concurso de Wonderland ( Ràdio4 RNE) esta semana, del 2 al 8 de noviembre ( 100 palabras exactas es el requisito para este concurso)
La clave de este relato es la frase "Después se dieron cuenta". Ahí gira todo. En él reside la incertidumbre, la ambigüedad, la plurisignificación, la extrañeza, la lógica extrema. ¡Ah, bienintencionados occidentales!
ResponderEliminarExacto.Y la ambivalencia de a quien va destinado el adjetivo del título.
EliminarEnhorabuena, Paz, qué buen relato. Acabo de enterarme por Jams de que he sido finalista con Raquel Lozano, Rafa Olivares y Plácido Romero, pero no soy capaz de verlo en Radio4 RNE. Bueno, ya saldrá. Felicidades otra vez y gracias también por aceptarme en FB, ahora también te leeré por allí.
ResponderEliminarUn abrazo grande
Gracas a ti, Angel.Si, parece que todavía no lo han subido al blog de Wonderland. A mí me sonaba que había entecianos entre los finalistas pero no los apunté y no estaba segura de quienes érais,felicidades a todos. Nos "vemos". Abrazo de vuelta.
EliminarMuy bueno, Paz!
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