Se está celebrando en Hanau (Alemania) el “Primer Congreso Internacional
de Madrastras “. Con especialistas procedentes de todos los ámbitos, el
Congreso está teniendo una gran afluencia de público y de conferenciantes. Ayer
se profundizó sobre el tema: ¿Somos las
madrastras tan malas como nos pintan los hermanos Grimm?
Una invitada de excepción inauguró el ciclo de conferencias. Se trata de
Noelia Dickerhoff, la tataranieta de la madrastra de Blancanieves (descendiente
de una hija de su primer matrimonio). La ponente defendió, en una brillante
exposición, la inocencia de su antepasada. Basándose en datos científicos y
filológicos demostró que si la reina le preguntaba constantemente al espejo
quien era la más bella, era simplemente para saber en qué momento podría llevar
a su hijastra a una agencia de modelos con garantías de éxito. También
argumentó que la joven se escapó al campo a vivir con unos amiguetes en una
comuna, por su propia voluntad. Y que no es que viviera con enanos, sino que ella
era muy alta, de ahí lo de la agencia de modelos.
La ponente aportó datos sobre los análisis que eminentes científicos han
realizado a la manzana incorrupta que se encuentra en el museo de los hermanos
Grimm. Parece que se han detectado trazas de pesticidas en la piel de la
manzana, lo cual manifiesta que la supuesta muerte se debió, si acaso, a un
descuido higiénico de Blancanieves al no lavarla, nunca a una intención asesina
por parte de la reina.
En la mesa redonda posterior a la conferencia se discutió la posibilidad
de analizar los restos fósiles de la otra famosa manzana envenenada, la del
origen de todo. A ver si resulta que lo
hemos entendido todo mal desde el principio -dijo Wilhelm Wassermann,
presidente de la
Sociedad Europea de Cuentos, Mitos y Leyendas Tradicionales.
Se aguarda con
expectación la conferencia que mañana dictará la biznieta de la hermanastra más
fea de Cenicienta.
He tenido suerte con el cuento dedicado, es realmente divertido. Así que me siento muy, muy halagado. Aunque, de haberlo escrito yo, te adelanto que en la piel de la manzana lo que habrían aparecido habrían sido trazas de caballo.
ResponderEliminarGracias, amiga. Macroabrazo,
D.
Creo que el caballo se largó cabalgando con algún príncipe encima. No lo pudieron pillar los de IKEA para sus futuras famosísimas abóndigas, No había entonces, que si no...
EliminarMe alegra que te haya divertido.No era fácil,con tu humor tan fino.
Nos vemos en "la gala" !!
Un abrazo!
Tanto el cuento como los comentarios me hacen sonreír y me gusta leer, en contraste con lo que la mayoría expresa (que son quejas), cuentos divertidos. Pues la manzana dice:¡cómeme!.
ResponderEliminarSaludos
Anna
Muy divertido!
ResponderEliminarGracias, Yolanda! Y Anna, que te dejé sin respuesta hace dos años, ainss.
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