Yu Zhang me pide que hable con la profesora
de alemán para preguntarle si puede subirle la nota. No sabe qué le pasó el día
del examen, le salió peor de lo que esperaba —lo reconoce—, pero todos los
ejercicios de clase los tenía bien y el dossier entregado. Sólo le ha puesto un
seis en la evaluación. Sus padres le reñirán.
Yu nunca demanda nada ni alardea
de lo bien que le va con los estudios, pero esta vez se queja de las voces que
habitan en su interior, de la Torre de Babel que tiene dentro de su cabeza.
Aparte del dialecto que hablan en su casa y el chino oficial que aprende los
fines de semana en Barcelona, domina el castellano y el catalán, en el
instituto aprende inglés, hace la optativa de francés y este año ha empezado
con el alemán. Lo miro y me lo imagino como un pequeño traductor de la ONU, un
diamante en bruto de trece años que practica sus habilidades lingüísticas en el
restaurante de sus padres, su primer hogar. Allí pasa muchas horas ayudando con las comidas, y
en una mesa del final del comedor se las arregla para hacer los deberes en los
pocos ratos que le quedan libres. Nada de academias de pago desde pequeñito, ni
un solo curso en el extranjero. Su origen familiar y la escuela pública le han
capacitado para manejarse en siete idiomas. Si hubiera un cazador de talentos
por esta zona se emocionaría. Pero aquí no llegan. Nadie lo sabe. Nadie le da
importancia a algo tan excepcional. No se la iba a dar él.
Ahora reconoce que se hace un
poco de lío con tantos idiomas. Pero no es verdad, él es capaz de hablar lo que
le echen. Además sabe muy bien cuál de estas lenguas es la importante. De momento. Nadie en el instituto
lo conoce como Yu. Todo el mundo le llama Johnny.
Una historia que tiene un aroma fuerte a realidad, Paz, a la dura realidad a la que se enfrentan tantos niños orientales. Dura, claro está, desde nuestro punto de vista.
ResponderEliminarLlevo tiempo preguntándome si es nuestra sociedad o la de ellos la que realmente acierta.
Un abrazo,
¿Cuantos de los políticos que nos recortan saben más de dos idiomas? Yu existe.El año pasado tuve la suerte de ser su tutora.Y tiene la cabeza muy bien amueblada, mucha curiosidad,una vida corta pero muy ancha tras sus ojos rasgados.Una madurez y un sentido del humor enormes.Y además, escribe novelas.
EliminarComo también existen Nabila,Omayma,Zineb,Belal,Zyade... y otros muchos chavales que se manejan entre dos o tres culturas como si nada.Supervivientes a todos los maltratos a los que los políticos quieran someter a nuestro maltrecho sistema educativo. Ellos ,discretamente, les dan cincuenta vueltas y siguen adelante ¿verdad que si Johnny?
Yo creo que cada cultura tendría que aprender cosas positivas de las otras culturas. Y el hecho de que haya tanta diversidad de alumnos de diferentes países, hace posible el intercambio de ideologías y eso puede hacer que veas el mundo desde otra perspectiva. Aunque la realidad, la dura realidad, en ocasiones, la gente no aprovecha esa oportunidad para aprender, sino para entrar en conflictos.
ResponderEliminarDicho esto, felicidades por el relato, me ha encantado.
Un saludo, Johnny.
Johnny!!!! Me encanta lo que dices,porque lo haces desde tu experiencia vital.Te tendrían que escuchar algunos teóricos de la educación que corren por ahí. Y sobre todo me encanta que la realidad se haya colado con tanta fluidez en un blog supuestamente de ficción. ¡¡Muchas gracias por entrar y participar!! Vuelve cuando quieras, te pondré una alfombra roja para que pases. Nos vemos en el insti!!
EliminarConozco algún Yu, algún Mohamed, algún... y me hace feliz que me permitan conocer y aprender. Creo que el mundo seria un lugar mejor si fueramos capaces de intentar entendernos.
ResponderEliminarBesitos
Si supieramos ver la diversidad como riqueza todos saldríamos ganando, en efecto. Gracias por comentar, Elysa!
EliminarAaaaaaaahhh!! Es el Johnny (jeje el yu-yu como le llamo ahora...). Si, si aquí estoy leyendo tus increíbles (y secretas) investigaciones... Creo que lo pillaste todo al vuelo...¿Eh, Paz? Esta muy bien que nos describas así; me hace ver que de verdad nos prestabas toda la atención y sabías como somos realmente.
ResponderEliminarTodos te echamos de menos Paz. Tendrías que ver la tutora de este año...gravita en un universo alternativo; donde solo existen las tormentas de gritos y palbrotas...Un caos terrenal...
Que sorpresa, "Selly"! ;-) Gracias por dejar un mensaje tan halagador.No sabes lo que me emociona. Yo también os echo de menos, fue muy especial y muy gratificante pasar un curso con vosotros!!
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