Desde una fotografía. Con una
mirada entre desafiante y melancólica.
Una mirada que atraviesa la imagen en blanco y negro y viaja
en el tiempo para llegar nítida a la retina de quien la mira ahora, tantos años
después.
Ella acaba de dar a luz. Está inflamada. La piel impregnada
de ese olor a antisépticos, todavía sintiendo el tacto rasposo de sábanas
lavadas demasiadas veces con lejía, el aire lechoso y el sabor a silencio del
hospital.
Es el primer paseo tras el parto. Cada vez que hace un gesto sencillo
−como
estornudar o reírse− la cicatriz le recuerda que todo ha cambiado, que su
cuerpo se ha vuelto definitivamente consciente. Glándulas y vísceras le darán,
a partir de ahora, cuenta exacta de sus movimientos y flujos.
También sabe que su suegra y su cuñada, que miran con arrobo a su hija, no entienden nada. Su cuñada también va a tener un bebé en poco tiempo, pero todavía es inocente como una virgen. Su suegra tiene a la niña en sus brazos con gesto de ave de presa, pero no sabe nada. O mejor dicho, ya no se acuerda.
Lo que nos quiere decir la mujer es misterioso y difícil.
Tiene que ver con una mezcla de agotamiento y emoción lenta,
con una nostalgia tremenda de la juventud, y a la vez con un interés obsesivo
hacia esa criatura que le ha crecido adentro sin control, y que su cuerpo ha
volcado al exterior tras un desgarro tectónico.
Tiene que ver con una vibración dulce y viscosa que no podrá
evitar derramar en todo aquello que le produzca ternura. Con una fragilidad
nueva, como de copa de cristal, que ya no la abandonará.
Tiene que ver con algo indestructible que hoy- casi cincuenta
y nueve años después- recibo yo, su hija, al encontrar la fotografía
revolviendo en el álbum familiar.
Qué bien lees las fotografías, Paz, eres una experta. Besos
ResponderEliminar¡Gracias Araceli! ese es mi vicio:leer. Leo de todo:desde libros hasta fotos pasando por prospectos, paisajes y caras. Soy una "leona" :-)
EliminarSuscribo, palabra a palabra, lo dicho por Araceli. ¡Impresionante, Paz!
ResponderEliminarUn abrazo,
Grrrrrracias!
EliminarLa leona de la Metro