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jueves, 23 de octubre de 2014

Regresión


El universo en una charca intermareal


Impulsada por una tibia corriente, filtro plancton con mis gelatinosos tentáculos. A continuación mi aleta caudal corta el agua. Me cubro sucesivamente con la piel satinada de un anfibio y con las ásperas escamas de un reptil. Chasqueo la lengua bífida y me brotan unas alas briosas, que se transmutan en disuasorias zarpas. Por último, justo antes de despertar, suspiro con resignación y me pongo de pie.

La hipnosis profunda ha resultado ser una técnica eficaz para reproducir el viaje desde el origen. Investigamos sin descanso para revertir el proceso. No hay nada como la despreocupada placidez de las medusas.




¿Carabelas portuguesas varadas? 


El texto lo cuelgo a modo de ansiolítico, para calmarme un poco dando un paseo más largo y así quitar importancia a lo que no la tiene. Las fotografías las tomé yo hace un tiempo en una playa del Delta del Ebro. la ilustración es de Mike Worrall.




2 comentarios:

  1. Esto es lo que pasa cuando contratas a un hipnotista primerizo para averiguar un trauma de la niñez. El hombre se pasa de frenada en la regresión y, si se descuida, es capaz de llevarte hasta el mismísimo Big Bang.

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  2. Jajaja ¿Cómo lo has adivinado? El chico era un licenciado en prácticas de Hogwarts y se pasó de frenada como dices.Ahora, desde este presente tan opaco añoro aquellos tiempos precámbricos, ay. ¡Gracias por pasarte!

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