Mi profesora de ciencias está esperando su primer hijo a los cuarenta y cinco, la misma edad que tiene mi abuela.
Hoy nos ha puesto un dubedé
sobre la gestación y el parto en el que salía una mujer inglesa mu fea que
explicaba toa su experiencia con el embarazo y se acariciaba la barriga
flipando. Tenía treinta años, como mi mama.
Mandeber lo que les pasa
a estas payas, que cuando tienen los hijos ya están chungas y revenías. Jamematen si lo entiendo. Se les ha
olvidao algo muy importante: que lo natural es parir los hijos cuando se es
joven pa poder disfrutarlos.
A mi profesora tol mundo
en el instituto la felicita por estar preñá.
En cambio a mí nadie me dijo na cuando,
la semana pasada, cumplí quince años y noté las primeras pataditas de mi churumbel.
El que me dará nietos cuando yo tenga la edad de mi profe.
Dedicado a Guillermo Mayr, futuro abuelo cuyo reloj biológico lleva la edad exacta.
La primera frase es engañadora, por lo normal que es, porque no nos sitúa en contexto. Supongo que quieres que la sorpresa esté más adelante; pero... creo que habría que dar pistas de quien está hablando desde el inicio de su discurso.
ResponderEliminarCuriosamente me ha dado la impresión (sólo mía) de que a medida que se avanza, el texto es de más difícil comprensión, es decir, es más "gitano" y eso, curiosamente, no me ha parecido mal. En absoluto.
Es como si a medida que habla se va emocionando y le ganase la lengua materna. Lo que explicaría esa primera frase tan correcta y daría al traste con la opinión que he dado sobre ella hace escasas líneas.
En cualquier caso, tiene toda la razón del mundo en su discurso, en lo que dice. En la sociedad actual (¿moderna?) un niño es cada vez un milagro, un acontecimiento, un...
Luisa, esa era mi intención , ir aumentando lo visceral y el lenguaje materno a medida que fuera creciendo su rabia y su sensación de estar aislada aun teniendo la razón.NO estoy muy segura de haberlo conseguido. Puede que sea demasiado osado meterse en un lenguaje y una identidad desconocida. De todas formas gracias por tu comentario tan matizado y orgánico ( con vida propia, que va modificándose a medida que se expone ). Un abrazo
EliminarLa verdad, yo lo he entendido desde la primera linea y he visto ir creciendo la rabia a la vez que el lenguaje cambiaba. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Gracias Rosa, por pasarte y opinar. Voy a hacer la prueba del algodón con un ex alumno de esa etnia que me va a decir con sinceridad , ahora que ya no le puedo evaluar jiji , si cuela o no cuela. Abrazos desde la tierra.
ResponderEliminarPues tu relato me parece esplendido, esa sucesión de imágenes que aunque son narradas como una sola secuencia hacen referencia a múltiples secuencias del día a día en el que vas observando el deterioro. En fin, yo tampoco tuve acierto.
ResponderEliminarDesde el punto de vista literario me ha pasado lo que a Luisa, pensé que lo de dubedé era una errata, pero fue el "mu fea" junto con la foto (y la edad de la abuela) la que me ubicó en el texto. Por lo demás es arriesgado escribir en un lenguaje que no se conoce (tengo una amiga andaluza que es talibán cunado alguien "escribe mal" el andaluz). Teniendo en cuenta los mundos paralelos que viven los gitanos y los payos es difícil de entender. Hoy se vive más y se pueden retrasar los hijos. ¿Con el cambio de ley se permitirá ser madre antes de los 16 años?.
El primer párrafo no era para tu relato, ma'quivocao
EliminarEse fue el reto del relato , aparte del lenguaje, meterme en la perspectiva de una persona con un mundo tan lejano al de la profe como lo pudiera ser el de un marciano. Un contrapunto inocente y visceral a lo que vemos como algo habitual y hemos acabado considerando como normal y deseable: tener los hijos forzando los límites biológicos , con todo lo que comporta a nivel familiar ( tener hijos adolescentes en edad de jubilación), y económicos ( todos las clínicas con sus tratamientos especiales que acogen a esta clientela, medicalizando cada vez más un proceso natural). Todo por "situarse" en el mundo laboral , o eso es lo que se decía cuando existía semejante cosa.Amén. Abrazosss.
ResponderEliminarPerdona, Paz, acabo de descubrir que el primer párrafo de mi comentario no era para tu relato (jiji), cosas del corta y pega, ya sabes.
EliminarVaya, con lo que me gustaba el adjetivo del primer párrafo, aunque lo de después no cuadrara...pero soy mu generosa y te perdono.
Eliminarhahaha ¡qué gracioso! Esque encuentro original el cambio de registro en este mini-relato; es más coloquial y más del lenguaje del día a día. Es decir: TÍPICO DE LOS ADOLESCENTES y, lo digo con cariño, siendo yo una de ellos.
ResponderEliminar¡Me encanta que te pases por aquí, Zineb! aunque seas adolescente tú hablas con mucha más propiedad que la protagonista de mi cuento ¿eh?
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Eso espero! (¿de verdad?) No no vayamos a llevar un susto algún día, huh?
ResponderEliminar