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viernes, 6 de junio de 2014

El mundo de las ideas




Ya no esperaba satisfacciones a nivel profesional. Jamás había pensado que sus esfuerzos heroicos en las aulas del instituto pudieran tener algún efecto real en los alumnos más allá de haberles proporcionado un cierto barniz de culturilla general para desenvolverse con alguna frase hecha, un leve recuerdo de sus clases, quizás  la sentencia de un filósofo que viniera a iluminar alguna encrucijada vital… Con esos destellos íntimos que nadie le iba a agradecer se consideraba más que pagada.  
Pero ahí está la vida con sus regalos inesperados, como el de ese mediodía de Junio en que la vieja profesora de filosofía entró en el metro en Zona Universitaria. En cuanto se cerraron las puertas se dio cuenta de que todos en el vagón-excepto dos turistas y una señora de la limpieza-estaban discutiendo apasionadamente sobre la inmortalidad del alma, la reminiscencia, el mundo de las ideas y el mundo de las cosas sensibles.
Nunca se sintió tan joven, útil y completa.
Por un momento se dejó llevar por la feliz circunstancia y fluyó en las conversaciones, dando la razón mentalmente a unos y rectificando conceptos demasiado simples en otros. Después se atusó el cuello de su camisa y  constató, con una pícara sonrisa, que otra vez había caído Platón en la Selectividad.




Rescato este microrrelato a pocos días de que empiecen las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAUs), por las que pasarán miles de estudiantes , entre ellos mis hijos Víctor y Sara. ¡Que la suerte os acompañe! 

6 comentarios:

  1. Me has recordado cuando a mi padre le paraban por la calle hombres o mujeres y le saludan: ¿Don Florentino, sabe quien soy? La satisfacción que recibía cuando le decían que había hecho derecho o ingeniero, que había montado un comercio, que tal...
    No estoy muy al día, pero creo que han querido quitar Filosofía, es normal que piensen que con Religión (Católica) es suficiente.

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  2. No sabes cómo entiendo lo que le pasaba a Don Florentino,ayer por la noche me encontré en el metro a un ex alumno que me contó sobre su vida universitaria, y fue uno de los momentos estelares del día.Es una de esas satisfacciones íntimas, difíciles de compartir, que tenemos los profes de secundaria.Un abrazo filosófico

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  3. Sería estimulante que una escena así fuera posible: un vagón entero hablando sobre Platón. En mi caso sería una conversación sobre literatura, pero desafortunadamente son raras o inverosímiles estas oportunidades. Hubo un tiempo lejano en que mis alumnos debatían espontáneamente sobre los libros que leían y que les conmocionaban, pero ahora no es así. Las preocupaciones e intereses de las gentes son bien otros más concretos. Esa capacidad de abstracción que supone hablar sobre filosofía o literatura exige una disponibilidad que no va con los tiempos. Como tú, a veces me encuentro a algún exalumno que recuerda bien las clases y sigue leyendo, pero muchos su vida discurre por otros derroteros. Un abrazo, compañera.

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    1. Si , somos unos carrozones como la profesora del cuento, qué le vamos a hacer. Pero si lo hacemos con pasión siempre nos quedará la esperanza de que lo que hacemos al final a alguien le sirva, a alguien le toque alguna fibra. ¿Y cuando te encuentras a algún exalumno y te lo agradece? ¡Eso no se paga con dinero!. Un abrazo, Joselu

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  4. La historia me ha encantado. Ojalá fuera esto lo que se escuchara más a menudo en el metro, en la calle, en la televisión. Y no sólo porque haya caído Platón en la Selectividad.

    Un abrazo

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    1. Precisamente hoy he estado en la selectividad, vigilando las aulas. En los pasillos esta mañana se hablaban lenguas, ¡daba gusto! :-) El otro lado del asunto es que habían mamás acompañando a sus hijos hasta las puertas del aula , ¡¡¡Socorro!!
      Elena , ¡muchas gracias por pasarte!

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