En las visitas de niños al
museo donde se exhibe temporalmente esta pieza de Hopper, éstos interpretan
cosas extraordinarias acerca de la escena del cuadro. Uno de ellos afirma que
el rectángulo negro que se ve al fondo es una tele de plasma. Y cuando se les
pregunta qué estaría leyendo la protagonista de esta historia pintada no dudan
en decir que es una factura de la luz que no puede pagar, o una carta de
desahucio.
La modelo miraba, mientras posaba para que las generaciones futuras
la interpretasen a su manera, un horario de trenes.
Genial, me ha encantado.
ResponderEliminarMuchas gracias, Luisa. Un abrazo virtual
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